El viaje es entre todas las experiencias una de las más enriquecedoras que puede tener el hombre. Y es que cuando descubres nuevos lugares no solo conectas con la geografía, sino también con su gente, cultura, lengua e historia.
Cuando viajas tienes la oportunidad de hacer nuevos amigos, construir nuevas experiencias y descifrar otras realidades, por lo que viajar sin duda te hace más feliz.
Como mudarse de casa es bueno para usted, hemos organizado las razones más importantes para hacerlo. Comencemos con los 10 principales beneficios comprobados de viajar.
- 1. Mejora tus habilidades sociales y de comunicación
- 2. Encuentras tranquilidad
- 3. Conectas con tu pensamiento creativo y original
- 4. Amplías tus horizontes
- 5. Mejora tu tolerancia a la incertidumbre
- 6. Desarrolla tu confianza
- 7. Encuentras educación de la vida real
- 8. Construye recuerdos para toda la vida
- 9. Te divierte
- 10. Llegas a conocerte a ti mismo
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Encontrarse en un lugar nuevo y desconocido, lejos de casa, es una de las mejores maneras de romper las barreras sociales que le impiden conectarse con los demás.
Mientras viajas, te verás obligado a entablar conversaciones con extraños, por lo que, te guste o no, terminarás mejorando tus habilidades sociales.
Romper estas barreras de comunicación podría convertir a un extraño en un buen amigo, lo que suele suceder cuando se viaja por negocios o por placer. Por eso es tan rico viajar.
2. Encuentras tranquilidad
El trabajo, el horario del día siguiente, las responsabilidades, las deudas, todo se suma para que estés lleno de estrés y tensión durante todo el año.
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Cuando viajas por placer te desconectas de esa realidad que parece seguirte a todas partes, pero no cuando viajas y este es uno de los objetivos de salir de casa: volver a encontrar la serenidad.
3. Conectas con tu pensamiento creativo y original
El teólogo estadounidense William Shedd dijo una vez:
"Un barco amarrado en un puerto es seguro, pero no fue construido para eso". Seguramente no podría haber sido más preciso.
Cuando viajas te reconcilias con tu pensamiento creativo, innovador y emprendedor. Sales de tu zona de confort y esto se hace sentir. Encuentra esa creatividad perdida en la rutina y la monotonía del día a día.
4. Amplías tus horizontes
Conocer otras latitudes, circunstancias sociales, económicas y geográficas amplía y asienta tus valores y pensamientos.
Cuando viajas, el explorador que vive en ti despierta y se cuestiona, se enriquece con lo que ve, oye y sabe, adopta o desecha. Esto es intercambio cultural, conocimiento de los problemas y éxitos de cada uno. Todo esto amplía tus horizontes.
5. Mejora tu tolerancia a la incertidumbre
Viajar te quita el control que tienes en tu zona de confort, esa en la que pierdes la cordura cuando algo no te funciona.
Cuando viajas adquieres tolerancia porque no tienes ese control sobre las cosas, lo que te obliga a aprender a convivir con ellas y superarlas.
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Siempre habrá un vuelo retrasado, un cambio de hotel, un sitio que no pudiste visitar, todas las experiencias fallidas que te hacen tolerante con la incertidumbre.
También aprendes en un viaje por carretera que cuando las cosas no salen según lo planeado, todavía hay espacio para la diversión.
6. Desarrolla tu confianza
Emprender un viaje siempre será un desafío, incluso para aquellos que lo hacen a menudo. Cuanto mayor sea la distancia entre tu destino y tu casa, más preparación mental y confianza necesitarás tener.
Socializar con otras personas, comunicarse en otro idioma y familiarizarse con otras costumbres son pequeños pero preciosos desafíos que enfrenta y supera.
Encontrar los recursos para responder a estos desafíos es lo que aumenta su autoestima y aumenta su confianza.
7. Encuentras educación de la vida real
Conocer otras culturas, razas, estilos de vida y geografías te convierte en dueño de un conocimiento invaluable que nadie te podrá quitar. Aprenderás lo que es la vida real.
Si bien todo puede documentarse en libros o en Internet, no hay mejor manera de apropiarse del conocimiento que forjar sus propias experiencias. Es la mejor manera de aprender sobre la historia, geografía y cultura de un país o región.
8. Construye recuerdos para toda la vida
Viajar, especialmente con familiares o amigos, no solo fortalece el vínculo, sino que también crea recuerdos invaluables para toda la vida.
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Anécdotas, situaciones, lugares, idiomas, vivencias, en definitiva, recuerdos, es lo que compartirás en cenas y celebraciones familiares. Será lo que adorne tu álbum de fotos y las paredes de tu hogar.
9. Te divierte
Viajar es divertido. Tan sencillo. Nuevos lugares romperán tus patrones de comportamiento que te inhibirán. Bailarás, si quieres, te reirás y te divertirás desde otra perspectiva. Te darás cuenta que todo en la vida no es trabajo.
10. Llegas a conocerte a ti mismo
Viajar es la mejor forma de conocerse a uno mismo. Sí, porque lo que sabes de ti es del individuo que está en su entorno todos los días, no del que está fuera de su zona de confort.
Tus propias reacciones pueden sorprenderte, puedes descubrir nuevas pasiones y metas en la vida que no creías posibles antes del viaje.
En definitiva, viajar amplía nuestro mundo, no solo el terrenal, sino también el mental, quizás el más importante.
Un viaje es una experiencia enriquecedora y un gran aporte a nuestro espíritu. Todos los seres humanos deberíamos experimentarlo al menos una vez y con ello seguramente construiríamos un mundo mejor.
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